Joseph Sheridan Le Fanu <3 |
Probablemente, si yo les contara una historia de terror que trata de una mujer cuyo espíritu está condenado a vagar por su antigua casona hasta que alguien descubra el cadáver del niño al que ella asesinó, les sonaría vagamente familiar. O tal vez si les platicara de una mujer despechada, que jura vengarse del hombre que la traicionó y que aparece -en una forma fantástica- el día de la muerte de su malhechor para cumplir su amenaza, también podría sonarles conocida. Esta es la maravilla del trabajo de Sheridan Le Fanu: está tan mezclado con el folklor y leyendas irlandesas que uno no está seguro si lo que acaba de leer es un cuento inventado por el autor o un relato contado por algún conocido en una de esas noches de tormenta tan propicias para este tipo de historias.
Hoy, cumpliría 199 años Joseph Sheridan Le Fanu. Si tuviera que escoger al autor que ha marcado mi camino como ávida lectora de literatura de horror, Le Fanu sería el elegido (con Poe pisándole los talones). Así, entenderán que es para mí bastante difícil hablar con objetividad de alguien a quien admiro tanto.
Sheridan Le Fanu nació en Dublín, sin embargo -cuando él aún era joven- su familia se mudó al campo. Este cambio de ámbito fue determinante para él, pues el contacto con los campesinos irlandeses, (en particular escuchar las leyendas y supersticiones que contaban) sería una enorme influencia (y me atrevo a decir hasta un sello característico) de su trabajo.
A pesar de que estudió Derecho en Trinity College, nunca ejerció su profesión. Desde que inició la carrera supo que quería dedicarse a escribir y se convirtió en el editor de la revista universitaria. En 1844, se casó con Susanna Benett, con quien tuvo cuatro hijos. Sin embargo, las cosas no salieron tan bien. Al parecer, Susanna sufría de brotes neuróticos y en 1858, después de un ataque de histeria falleció (los detalles son pocos y no muy claros). Este hecho, llevó a Joseph a aislarse completamente del mundo exterior: dejó de salir de su casa en el día y únicamente escribía por las noches.
Estos años de reclusion serían los más prolíficos de Le Fanu como escritor y fue así como se ganó el apodo de "El Príncipe Invisible"; pues aunque su trabajo se seguía publicando, él rara vez aparecía en público. De no ser por M.R. James, que en 1923 publicó una compilación de la obra de Le Fanu, probablemente su trabajo se habría perdido y olvidado.
Hoy en día, aunque su obra es bien conocida y publicada, permanece sin ser muy leída. "Carmilla" es sin duda la novela que la mayor parte de las personas conoce pero su trabajo va mucho más allá. El valor de Carmilla es innegable, pues incluso se ha sugerido que la lectura de dicha obra inspiró a Bram Stoker para escribir Drácula. Sin embargo, yo recomendaría al lector acercarse a los cuentos cortos de Le Fanu tales como: Schalken el pintor, El gato blanco de Drumgunniol, La mano fanstasma y El fantasma de Madame Crowley, por nombrar muy pocos.
Aunque -como dije al principio- podrían parecerles familiares, créanme, eso no los hace menos escalofriantes. ¡Felices 199 a mi querido Joseph Sheridan Le Fanu!
Habría que irle planeando su fiesta de bicentenario.
ReplyDelete¿Una escapadita a Dublín? ;) jajaja
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